Pocas cosas excitan tanto la imaginación como la exclamación "¡Volcán!". La propia palabra nos hace imaginar explosiones tremendas, ríos de lava incandescente naranja e imágenes de destrucción.  La Ciencia que estudia los volcanes es la Vulcanología o Volcanología. 

Los vulcanólogos y no vulcanianos se encargan de estudiar y conocer los mecanismos que llegan a formar un volcán así como los depósitos que genera.

Casi todos los volcanes del mundo están distribuidos en los limites de subducción, dorsales oceánicas o en arcos islas.

En la figura podemos ver en rojo estos límites en la zona del Océano Pacífico.

Los volcanes se distribuyen preferentemente sobre estos límites pero a veces hay anomalías de calor de forma localizada que pueden generar un vulcanismo. Un ejemplo claro es el vulcanismo de las Canarias o Yelowstone.

 

            Los volcanes se clasifican en varios tipos. Volcanes en escudo, compuestos, conos de ceniza, domos de lava... A continuación exponemos algunos de estos volcanes:

 

Volcanes en Escudo. Son típicos de las islas Hawaii. Tiene lugar o bien a través de fisuras o por el cráter. Consta de fases de actividad intensa, en la que se emiten fuentes de lava y otras tranquilas en las que se derraman coladas.

 

Volcanes compuestos o estratovolcanes. Se caracterizan por presentar un edificio volcánico con pendientes fuertes, simétricos y de grandes dimensiones. Presenta alternancia de fases tranquilas con emisión de flujos de lava, con fases más explosivas con cenizas y piroclastos (pyros = fuego clastos = fragmentos) de todos los tamaños. Un claro ejemplo es el Teide (I. Canarias, España).

 

Conos de ceniza. Están constituido por partículas y lava mezclada con gases. La lava es expulsada violentamente rompiéndose en pequeños fragmentos que solidifican y caen alrededor del centro emisor. Es el volcán más simple de todos. 

 

Domos de lava. Están formados por masas de lava bulbosas y relativamente pequeñas. Esta lava es demasiado viscosa para fluir a grandes distancias. Consecuentemente la lava, se apila sobre y alrededor del propio centro emisor.

 

Erupciones hawaianas. Se producen bien a través de fisuras o por el cráter de un volcán en escudo. Consta de fases tranquilas en las que se derrama lava con fases de actividad intensa en las que se producen fuentes de lava.

 

Erupciones estrombolianas. Además de producirse coladas, el gas provoca la emisión aérea de piroclastos de gran tamaño

 

Erupciones vulcanianas. Este tipo de erupciones genera grandes columnas de cenizas. Esto se debe a la presencia en el interior del volcán de un magma viscoso.

 

Erupciones plinianas. Se producen cuando la vesiculación masiva del magma. Se crean las condiciones para la formación de coladas piroclásticas, sólo en el tipo ultrapliniano (+ de 100.000 km3 de material emitido) se producen grandes coladas piroclásticas conocidas como nubes ardientes. Las nubes ardientes son gases de alta temperatura que transportan sólidos y líquidos de alta temperatura.

 

Erupciones estrombolianas. Además de producirse coladas, el gas provoca la emisión aérea de piroclastos de gran tamaño

 

Erupciones freatomagmáticas. Se producen en cualquiera de los tipos de erupciones explicadas anteriormente. Ocurren cuando el magma entra en contacto con aguas frías ya sean subterráneas o lagos. Este tipo de erupciones generan violentas explosiones debidas a la mezcla del magma con el agua. 

 

            El Riesgo Volcánico se produce cuando hay se produce actividad volcánica que pueda afectar a una población humana. Un volcán puede se muy activo y peligroso pero representar escaso riesgo al no existir una población en las cercanías.

Los peligros de un volcán pueden ser los siguientes:

Coladas de Barro (lahares) y avalanchas de derrubios. El lahar es un término de Indonesia. Los lahares pueden ser fríos o calientes. Estos se generan cuando el agua de lluvia o el hielo glaciar o nieve de una cumbre se funde rápidamente por el calor del volcán. El agua resultante en su descenso por la ladera incorpora grandes cantidades de cenizas, suelos volcánicos y más tarde grandes bloques y árboles. Las coladas de barro pueden moverse a más de 50 km/h triturando, enterrando y arrastrando todo a su paso.

El lahar más conocido fue el ocurrido en 1985 en Colombia durante la erupción del Nevado del Ruiz. Murieron entre 20.000 y 24.000 habitantes del pueblo de Armero. 200 hogares fueron destruidos. Curiosamente, el alcalde realizaba una entrevista en la radio en la cual expresó que había poco peligro momentos antes de que él fuera sepultado por la colada de barro.

Otras coladas conocidas ocurrieron en el Monte St. Helens (1980) donde las coladas de barro produjeron un represamiento del Lago Spirit.

 

  Coladas piroclásticas. Aquí incluimos las avalanchas incandescentes y emisiones de gas caliente.  Estas se producen cuando en erupciones explosivas, los gases volcánicos se mezclan con agua. Estas nubes pueden viajar a mas de 300 km/h cubriendo áreas muy grandes. 

Algunas coladas piroclásticas son más frías pero su poder devastador no disminuye arrancando árboles y triturando edificaciones y construcciones.

Una gran colada piroclástica mató a más de 30.000 personas en la erupción del Monte Pelée en la isla de la Martinica. La colada piroclástica de 800ºC arrasó la ciudad de San Pierre. Al momento, cada construcción fue aplastada y simultáneamente incendiada; al instante, todo ser vivo pereció.

Depósitos de tefra. La tefra hace referencia a fragmentos piroclásticos que salen volando hacia la atmósfera. Si este tefra es muy pequeño se le llama ceniza.  En erupciones violentas este tefra puede ser llevado a las altas capas de la atmósfera siendo transportadas por el viento y depositándose a miles de kilómetros. 

Los depósitos de ceniza representan un serio problema económico. La ceniza se acumula como una "gran nevada" pero que no funde. Es necesario quitarla concienzudamente ya que esta formado por vidrio volcánico, que puede desgastar prematuramente motores, maquinaria, engranajes... En el caso de la erupción del Monte St. Helens, debieron retirarse 540.000 toneladas de cenizas sólo de las autopistas.

 

Coladas de lava. Lava es el término que se utiliza cuando el magma del interior de la Tierra se emita por fisuras o conos volcánicos. Las lavas representan escaso peligro ya que estas siguen los cursos descendentes impuestos por la topografía.

Con lo visto anteriormente,  es primordial la predicción de los tipos de erupciones volcánicas. La predicción de los volcanes es difícil, pero se están realizando grandes avances en materia de simulación de erupciones. Casos como la erupción del Monte Colima (Méjico) y Monte St. Helens son ejemplos de planificación y predicción volcánica donde se pudieron pronosticar en este último hasta la dirección general del penacho de cenizas y la trayectoria de las coladas de barro.

Estos fueron dos volcanes bien estudiados aunque es un estudio escaso teniendo en cuenta que hay unos 600 volcanes activos en el mundo.

Es muy importante por ello, conocer los materiales volcánicos expulsados por un volcán para poder predecir posibles erupciones así como los diferentes materiales que pueden expulsar. La cartografía de los materiales volcánicos por parte de vulcanólogos, así como la predicción de los posibles materiales a expulsar, es vital para salvar vidas humanas.

¡A la geología del Petróleo!