Las tareas que dan los profesores Oposición al cambio Escribe: Guillermo Covarrubias Guerrero El autor es Coordinador de Informática Educativa de la Corporación Municipal de Lo Prado, Santiago, Chile y Docente de Matemáticas, Física, estadística e informática educativa. Hoy, con mas de 25 años de experiencia en la educación en el cuerpo, me encuentro con que algunos de mis colegas se oponen al cambio y no aceptan la tecnología como una herramienta para mejorar los aprendizajes. Mientras nuestros educandos están inmersos en la tecnología que ha invadido todos los espacios de la sociedad -en algunos casos en forma silenciosa y en otros no-, siguen existiendo docentes de aula que siguen con la tiza y el pizarrón, a pesar de todos los cambios sociales. Hoy, como todos los días, he revisado el correo electrónico del colegio donde presto mis funciones y me he encontrado con un emilio que, a continuación, transcribo textualmemte: 14 DE JUNIO DE 2001 SRTA. ANA BUENAS TARDES BUENO LE ESCRIBE MAMÁ DE MICHAEL VILLAGRA. QUERIA VER LA POSIBILIDAD SI LA CARPETA QUE TIENE QUE LLEVAR MICHAEL SOBRE DEPORTES, PODRIA LLEVARLA EL DIA LUNES 18 DE JUNIO YA QUE FUE MUY POCA LA INFORMACION QUE ENCONTRAMOS. POR EL MOTIVO QUE NO PUDO HACERLA ANTES FUE POR QUE ESTUVE MUY ENFERMA Y NO PUDE AYUDARLE CON SUS TAREAS, ADEMAS ESTUVE TRABAJANDO. ESPERANDO UNA BUENA ACOGIDA SE DESPIDE ATENTAMENTE DE USTED CRISTINA RIVERA Husmeando en la red, intenté buscar las funciones actuales de la tarea escolar en la educación reformada y me encontré con esto (además de muchas cosas más). La tarea escolar tiene varias funciones: * Que el educando internalice la idea de que no basta lo que haga en el colegio para aprender. * Reforzar lo aprendido en el colegio. * Establecer un vínculo entre la escuela y al casa. * Permitir a los padres seguir la evolución de sus hijos. Volviendo a la nota del apoderado que ya esta haciendo uso de la tecnología, ¿cómo?, no sé realmente; pero la está manejando desde su entorno para comunicarse (unas de las funciones de ésta en la sociedad actual). Pero quizás habría que detenerse un poco a analizar si las definiciones encontradas sobre las funciones que deberían cumplir las tareas escolares se adaptan al mundo cambiante que hoy vivimos, cuando hoy se habla en los niveles superiores de la educación sobre una variedad de proyectos que apuntan a que se cumplan las políticas educativas de la nación; donde se habla de cambios, de transformaciones; cuando se habla de mejorar la calidad de la educación que se imparte y alcanzar la equidad, para obtener una mejor distribución de los servicios educativos; cuando se habla de modernización del sistema educativo, de la descentralización, autonomía, adaptación curricular, etc. Y se corona todo diciendo Educación = participación. Aparece la idea de proyectos de desarrollo educativo y de pensar la organización educativa como un proyecto de desarrollo , orientado a generar un espacio educativo donde se pueda impulsar el desarrollo de las personas que forman parte de la organización educativa, vinculando sus líneas de acción a la cooperación que se pueda recibir de la familia, de la comunidad o de otras instancias con las que forme sus redes de apoyo. El proyecto de desarrollo educativo es un proceso tanto educativo como político que, relacionado con un proyecto de sociedad o de desarrollo institucional, busca redefinir a su organización para generar los espacios adecuados, que posibiliten el crecimiento de las personas, teniendo como referencia las dimensiones éticas, valóricas, sociales. Dentro de las funciones de estos proyectos de desarrollo educativo, vemos claramente lo valórico, identificando las características de la organización, su entorno, su historia, sus valores, etc. Además, la articulación que debe existir entre las actividades de los diversos actores de la organización, etc, etc, etc. Se podría seguir llenando páginas sobre el tema; pero en la practica diaria se ve algo muy distinto: docentes dando tareas para la casa sobre variados temas, sin indicar las fuentes donde el educando debe consultar. A esto debo agregar la no existencia de bibliotecas en los colegios del área municipal. Además, debo agregar que, en el ultimo censo interno realizado sobre escolaridad de los padres de los educandos en la educación municipalizada, ésta está decreciendo. Hoy tenemos padres analfabetos, cosa que no ocurría algunos pocos años atrás; una gran mayoría con educación básica incompleta, un porcentaje que no alcanza al 8% con educación media incompleta y apenas un 0,5% de padres con estudios superiores, gran parte de ellos incompletos. Tema conocido por todos y por el gobierno, de tal manera que éste, a través del Ministerio de Educación, ha generado una serie de instancias para lograr la obtención de licencias básicas y medias. Me pregunto entonces, ¿se cumple alguna de las funciones de las tareas escolares? ¿O estamos creando problemas a la familia y de autoestima en el educando que, ante la falta de educación de sus padres y la falta de recursos, el niño(a) no puede cumplir con dicho compromiso y, sin duda, no rinde académicamente como se espera? ¿No le estaríamos quitando el poco tiempo que tiene el niño(a) para compartir con la familia ydesarrollar sus valores junto a ella? Me hago dichas preguntas porque el docente, durante estos años, ha ido ganado espacios en la profesión. Recuerdo que, cuando me inicié en esto de la educación, muchos de nosotros -por no decir todos- teníamos que llevarnos tareas para la casa (las famosas correcciones de pruebas). Nos demorábamos pero cumplíamos con ese rol de evaluadores. En cambio hoy, dicha labor está asignada en las horas de colaboración y son pagadas y, en esos tiempos, no los era: había que quitar tiempo a nuestras familias o ceder horas de sueño para cumplir con dicha labor. Si hoy el docente hace todo en su lugar de trabajo, apoyado por la tecnología y ni siquiera se molesta en hacer libretas, informes, certificados, actas, etc. , ya que todo esta queda en manos de una PC y de un operador, entonces ¿por qué dar tareas? Sabemos anticipadamente que muchos de nuestros niños no las traerán. ¿Por qué no desarrollar todo el proceso de aprendizaje en la escuela? ¿Por qué no generar instancias atractivas dentro de las escuelas para que los padres terminen sus estudios y así mejoren su calidad de vida? Existen normas, decretos, leyes; creo que basta con publicitarlos e incentivar a estos educandos adultos, tan sólo. Creo firmemente que las tareas y sus funciones deben actualizarse. Éstas no deben ser un castigo para el alumno y la familia. Debemos, como docentes, respetar los pocos espacios que les queda a la familia para compartir. Dar tareas, lo que algunos de mis colegas toman como bandera de lucha, se hace para que los niños(as) estén en casa haciéndolas y no estén en la calle o en el boliche de la esquina jugando con máquinas u otras actividades. Si el niño esta solo, no las hará. Si tiene una nana, sin duda tendrá baja escolaridad y, si no tiene material de consulta, tampoco las hará y esperará a sus padres o tutores para que lo ayude Pero si éste (padre o tutor) no tiene una buena escolaridad, no podrá ayudarlo.. Y, para finalizar: si los padres tienen escolaridad suficiente, ellos optarán por hacerlas ellos, para demorar menos; en consecuencia, la nota obtenida por la tarea ¿ya no será del niño, sino de la familia? Además, el chico seguirá con una falencia de aprendizaje que, en el futuro, ¿quién la asumirá? Y así, vemos que llegan algunos de estos alumnos de los colegios municipalizados a los estudios superiores universitarios, con grandes lagunas de contenidos, fallas valóricas, etc. Y que tan sólo esforzándose el doble o el triple logran ocupar un lugar en la sociedad y repetir el ciclo con sus hijos. Y, los que quedaron en el camino, lo harán en su entorno, generando así una gran diferencia entre clases sociales. Conclusión: si damos tareas, pensemos dónde estamos primero y para qué nos servirán en el proceso educativo.