ŔConviene o no conviene colocar en el mismo grupo a estudiantes que ya son amigos?. En este sentido la conclusi—n de Berndt, Perry y Miller (1988, p. 512) es rotunda: La ausencia de unas claras diferencias entre las interacciones de amigos y de simples compa–eros es tranquilizante, ya que sugiere que no es desventajoso emparejar durante el aprendizaje escolar cooperativo a los estudiantes con sus amigos; es decir, los amigos no se distraen uno a otro ni emplean menos tiempo en las tareas que las parejas de simples compa–eros. M‡s aśn, ya que a menudo los amigos trabajan juntos para hacer los deberes y otros proyectos extraescolares, animarles a que trabajen juntos dentro de la escuela podr’a conducir a una mayor continuidad en sus actividades acadŽmicasČ.